Community, o cómo hacer que mi obsesión crezca exponencialmente


Community es, y siempre será, una de mis series favoritas, por no decir mi favorita absoluta en toda mi vida y el mundo entero. Antes de explicar por qué, quiero decir que voy a comentar las tres temporadas que existen de la serie, para los que no las hayan visto enteras y que sean estrictos en cuanto a evitar spoilers, estáis avisados, pero la verdad es que en el caso de Community lo único que consiguen los spoilers es que tengas más ganas de verlo.

Y eso se debe a la magnificencia de sus guiones, claramente influenciados por su creador y showrunner, Dan Harmon, y es que la serie es su precioso bebé, y por ello estoy tremendamente indignada con Sony (y NBC, a decir verdad) por haberle despedido, pero ya lo comentaré más adelante, antes hablemos de LA SERIE.

Community

La verdad es que Community me llamó la atención ya en los upfronts, empezaba a tener claro que, aunque me gustan ambos formatos, las comedias me matan (en un buen sentido). Y una serie de NBC (que la tengo en bastante estima, aunque a veces me falle) sobre una cutre-universidad con cutre-personas, y con Joel McHale de protagonista (sí, ya le conocía, gracias a ‘The Soup’, un programa estilo zapping pero a lo guay), y Chevy Chase (SNL era un descubrimiento relativamente reciente en aquel momento) en el reparto tenía que verla sí o sí. Además, y sin yo saberlo, ya era fan del creador de la serie, y es que Dan Harmon creó Channel 101, un proyecto fantástico en el que triunfaron The Lonely Island con una parodia de ‘The OC’ y donde participan muchas personas divertidas. Pero el punto clave fue poco antes del estreno, cuando entregaron el Emmy a la mejor canción para la “peña” que había escrito la canción del principio de los Oscars cuando presentó Hugh Jackman, entre ellos Ben Schwartz (otro día hablaré de su genialidad), Rob Schrab y DAN HARMON. Mi timeline de twitter se llenó de comentarios de gente indignada porque la nueva canción de Justin Timberlake no había ganado y, por ahí escondidillos, los críticos televisivos a los que sigo escribían maravillados al ver al creador de Community recibiendo un premio (fue en ese momento cuando até cabos y caí en la cuenta de que era también el genio detrás de Channel 101), y Dan me ganó con su discurso, pidiendo disculpas porque habían dado el premio a los candidatos más “nerds” y feos que había.

El primer capítulo de la serie me gustó, presentaba bien a los personajes (adoré instantáneamente a Abed) y me reí bastante. Tampoco fue para tirar cohetes, pero en general esto pasa con todos los pilotos, sobre todo en comedias, está claro que con 20 minutos no tienes mucho tiempo para hacer una presentación adecuada y plantear grandes preguntas o dudas. Sin embargo, a la semana siguiente llegó el segundo capítulo y fue LA BOMBA! Comenzando por el profesor Mike “el tigre chino” Chang, interpretado por Ken Jeong, el sorpresón del verano gracias a su intervención en ‘Hangover’, pasando por cómo se le iban las cosas de las manos a Britta, la bizzarra historia de Pierce y Jeff y terminando por el fantástico clip final del rap de La Biblioteca. En ese momento, mi idilio con la serie pasó a ser más que oficial.

El resto de la temporada fue genial, la velocidad con la que soltaban bromas y “puns” era vertiginosa, y todo iba acompañado de referencias pop de las últimas décadas. Sé que no pillé muchas de ellas, pero os juro que eso no le restaba ni una pizca de gracia. Momentos memorables son el concurso de debates, donde nos dimos cuenta que igual Jeff no debía estar “obsesionado” con Britta y quizás le convenía más Annie, la prueba psicológica, con Troy exigiendo “butt stuff” y Abed revertiendo el experimento, el capítulo de Halloween “I’m Batman!”, la batalla campal de navidad, etc. Pero todo llegó a su cúspide con el capítulo de los “chicken fingers”, un puro homenaje a ‘Goodfellas’ con Abed manejandolo todo, y creedme, aunque no hayáis visto la peli sabréis que están parodiando “algo de la mafia”. Aquí yo ya estaba flipando y deseando que la serie tuviera miles de temporadas para que me diera tiempo a trabajar allí, pero es que luego llegó EL CAPÍTULO DEL PAINTBALL, ¿Hola? ¿Hay algo más emocionante y fantástico y que a la vez suponga un crecimiento de los personajes? En fin, que una temporada fantástica y que me afianzó en, una vez más, odiar a los votantes de los Emmy por ni siquiera nominar algún guión.

En la segunda temporada, Dan Harmon ya sabía lo que le molaba a la gente, que era lo que le mola a él, idas de olla frikis, siempre respetando las personalidades de “The Greendale Seven”. Por ello nos trajo joyas homenaje como el de la nave espacial, Abed convirtiéndose en Mesías, zombis en Halloween, ‘Chicas Malas’, el precioso capítulo de la navidad de Abed (con guiño a ‘Lost’), el capítulo a lo ‘The Office’, ‘Pulp Fiction’ convertido en ‘Mi Cena con André’, el falso clip show (eso sí que mola y no los refritos que hacen otras series) y, cómo no, Paintball por partida doble ¡CON SAWYER! Evidentemente, muchos de estos capítulos costaron más pasta de lo normal, así que también tuvimos cositas más humildes, pero igual de fantásticas, como cuando los siete se encierran en la sala de estudio para averiguar quién roba los bolis de Annie (pista, es Annie’s Boobs, y ese mono es una estrella con “prácticamente” su propia serie la temporada que viene), o el de D&D, dónde tenemos que imaginar todo lo que pasa como un verdadero juego de rol. Tuvimos también guiños a la temporada anterior, con Troy inventándose que su tío le hizo “cosas en el culo” (este chico está obsesionado con su trasero) en clase de teatro. Y también se nos descubrió un nuevo personaje, Magnitude (Pop! Pop!), que llevó a un fantástico debate electoral contra los sonidos “tipo pedo” de Leonard (otro que mola).

Llegó la tercera temporada, y Harmon ya había avisado, sería la locura experimental/ida de olla más grande que su mente pudiera imaginar, lo cual para mí era fantástico. Desde el primer capítulo, con Abed quedando paralizado porque ‘Cougar Town’ se iba a Midseason, y más adelante porque la versión inglesa (‘Cougarton Abbey’, no la busquéis porque en realidad no existe) sólo duraba seis capítulos y morían todos, hasta que Britta por una vez no “britteaba” las cosas y le presentaba ‘Inspector Spacetime’ (la mejor parodia de ‘Doctor Who’ que pudiera existir, incluso Amy Pond quiere salir en ella). Como en la segunda temporada, por razones monetarias, tuvimos capítulos más ambiciosos que otros, pero todos funcionaron. Destaca el de la cena de inauguración del piso de Troy&Abed, donde el lanzamiento (o no) de un dado lleva a siete posibles líneas de tiempo (¿que nos dan una pista de que Troy es quién realmente mantiene al grupo unido y medio cuerdo?) y que dio lugar a una campaña fan para poner “black goatees” en Twitter como queja por el retraso en la vuelta de la serie después del parón navideño (esos de NBC…), el capítulo de Halloween con historias de miedo de cada personaje (genial Abed destrozando todos los puntos débiles de los típicos argumentos en ese tipo de pelis, y Annie con su cosararaquerecuerdaacrepúsculo), el making off del anuncio para la universidad, con Dean Pelton volviéndose loco a lo Francis Ford Coppola con ‘Apocalypse Now’, la parodia de ‘Glee’ (serie a la cual ya iban dando palos desde la primera temporada), la batalla entre Troy y Abed (el capítulo a lo documental fue perfecto), Abed y Annie en el Dreamatorium, el videojuego del padre de Pierce, y ese final tan bonito, que demuestra que Dan Harmon ama a sus fans y les daba un capítulo satisfactorio en caso que la cadena no renovara la serie.

Y aquí llegamos a lo que me tiene cabreadísima. Sí, NBC renovó Community (aunque fuera sólo para 13 capítulos y la desterrara a los viernes, eso se puede perdonar e incluso podría funcionar bien), pero es que luego SONY ECHÓ A DAN HARMON, ¡el alma de la serie! ¿¡Cómo pueden hacerme esto?! Está claro que Community ya no volverá a ser lo mismo, tal como comentó en su blog, Dan siempre ha estado súper implicado en el resultado final de los guiones y de los capítulos, todos los detalles pasaban por él. Es por eso que su exclusión como “jefe” es un craso error, lo máximo a lo que podremos aspirar con los nuevos showrunners es a una versión cutrebarata de lo que ha sido Community estas tres temporadas, más teniendo en cuenta que Sony les va a estar más encima para que no se les vaya la olla y se gasten el presupuesto en cenas con André o batallas de Paintball.

No es que odie a los nuevos showrunners, no he visto nada creado únicamente por ellos, pero trabajaron en ‘Happy Endings’, y esa serie me mola (aunque no es para nada como Community), pero un cambio de showrunner nunca acaba de funcionar si hablamos de argumento y líneas narrativas, y en el caso de Community, ya tienen a los fans más que enfadados y dispuestos a destrozar la serie en cuanto vean el primer capítulo y (evidentemente) vean que ha perdido “la esencia Harmon”, porque la perderá. Yo la seguiré viendo, porque gracias a las tres temporadas anteriores amo a los personajes y ellos no tienen la culpa, de hecho la mayoría dieron sus muestras de apoyo hacia Dan a través de Twitter. Aquí los malos son Sony (y NBC también bastante, han perdido puntos), que incluso dan instrucciones a los actores y trabajadores para contestar las preguntas de la prensa al respecto del despido. “Tenemos muchas ganas de comenzar los próximos 13 capítulos” Y UNA MIERDA, vergüenza debería darles.

En fin, que veáis Community que es preciosa, la temporada que viene ya os diré si vale la pena seguir después de la tercera o tenemos que considerarla una joya interrumpida. LARGA VIDA A DAN HARMON

Dan Harmon is a genius               Fangirl syndrome

Comments
8 Responses to “Community, o cómo hacer que mi obsesión crezca exponencialmente”
  1. Maialen Escribano Garamendi dice:

    Adoré el capítulo de la batalla campal modo documental jajajaja Yo quiero un show como el de Troy y Abed, ju… Por cierto, Pierce… ñaaa podría morir o algo, no? últimamente no le veo mucho la gracia

    • Ariadna Oller Mitjanas dice:

      Pierce es un poco raro, a veces le odias, sobretodo en unos cuantos capítulos de la segunda temporada, pero luego hace algo que le redime y le amas de nuevo, como al final del segundo Paintball o viendo el capítulo del videojuego de su padre, o incluso en el final de la tercera temporada, eso sí, creo que sería el personaje que menos echaríamos en falta. De todas formas, es algo que no deberíamos desear, recuerda que Pierce moría en la «darkest timeline» y todo era desastroso

      • Maialen Escribano Garamendi dice:

        Sí, tienes razón… Pero es que los últimos capítulos ha pasado totalmente desapercibido y no lo he echado de menos. Te digo que casi me hace más gracia Maginude y su Pop-pop.

  2. Imanol Legarda Díaz-Aguado dice:

    Desde el capítulo de los dados espero ansioso un capítulo homenaje a Fringe/Star Trek/etc. con guerra entre universos paralelos. El dark Abed con la batidora a enchufe me sirvió para satisfacer mis deseos más primarios, pero pagaría por un capítulo así.

  3. Puzzle dice:

    Gracias a vosotros descubri la serie. Me la he visto entera en menos de dos semanas. Esperemos que los nuevos no se la carguen haciendo parejas rapidamente troy-britta, annie(ya tendra 21)-jeff, abed-(La del videojuego)…. apuesto que Chang dara guerra tiene pinta de que se aliara con el del city college. Y dean Pelton es un personaje inimitable.
    Cool cool cool.

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  1. […] los inicios de weheartprimetime, escribí sobre mi serie favorita, Community, y lamenté que acabaran de echar a Dan Harmon como showrunner. Pese al desaliento que […]



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